Thursday, April 27, 2006

Del techo, ya húmedo por los años, cae una incesante gota, cae tan exacta en tiempo y espacio, en tiempo cada dos segundos, en espacio: justo en mi frente.

En mis muñecas las cadenas, en mis tobillos las cadenas, en mi cuello las cadenas, en mi corazón las cadenas... Aprietan.

Yo las apreté, quizá ella me desahogue, desapriete mis cadenas.

Con el tiempo la gota perforará, solo necesito verla para que el goteo cese, por un tiempo, un tiempo quizá infinito, quizá instantáneo.


Omar